San José recomendó esta oración a Santa Faustina. En julio de 1937, la santa estaba en la casa de reposo de su congregación, pues estaba muy enferma.
En su Diario (1203) escribió que «San José me instó a tener una devoción constante por él. Él mismo me dijo que recitara tres oraciones [el Padre Nuestro, el Ave María y la Gloria], y el Memorare una vez al día. Me miró con mucha amabilidad y me enseñó cuánto él está apoyando esta obra [de misericordia]. Me ha prometido esta ayuda y protección especiales. Recito las oraciones que me pidió todos los días y siento su protección especial».
Memorare a San José
«Acuérdate, Oh castísimo esposo de la Virgen María, que jamás se supo de nadie que haya invocado tu protección e implorado tu auxilio sin haber sido consolado. Lleno, pues, de confianza en tu poder, acudo a tu presencia y me encomiendo a ti para pedirte tu protección. Escucha, Oh padre adoptivo del Redentor, mi humilde oración, y en tu bondad, óyeme y respóndeme. Amén».