Fue muy devota de San José Santa Maravillas de Jesús y enseñaba a los demás a descubrir su grandeza en el designio de Dios: “«Nuestro Padre San José fue el elegido por Dios para poner en sus manos lo más grande, lo más delicado, a la Santísima Virgen María y con ella le ha dado a su Hijo Jesucristo. Nuestro Padre San José tuvo que sufrir mucho, pero ¡con qué entrega y cuánta generosidad!».
Lo presentaba como maestro e intercesor para el progreso en la vida espiritual: «Que nuestro Padre San José que tan especialmente ha querido serlo suyo en el Carmelo, la enseñe más y más las virtudes que él practicó, para que agrade como él Cristo nuestro bien» «Que nuestro Padre San José me las llene del amor que él tenía a su Niño y me las enseñe a conversar con El y a agradarle en todo, sustentándole con las almas que le ganen; y que le pidan por mí, que quiero quererle tanto como él» «Que sea nuestro modelo N. P. S. José; pidámosle que nos enseñe a vivir sólo para Dios. Miren que el alma que de veras lo desea, el alma que es fiel en todas las cosas, aunque caiga, nunca deja de recompensarla el Señor».